lunes, 28 de diciembre de 2015

PROMESAS ROTAS

Te quiero. Así de sencillo.

Me has hecho mucho daño.

Me cogiste el corazón, lo tiraste al suelo y lo pisoteaste.

Me arrancaste de cuajo mis sentimientos.

Me hiciste sentir idiota delante de mucha gente.

Me decías cosas que jamás me dijeron, cosas que hacen daño.

Me utilizabas para luego olvidarme e irte con otra.

Llegaba un punto en el que yo me sentía culpable, culpable de haberme dejado llevar por ti.

Me sentía inútil lejos de ti, y llena a tu lado.

Me besabas y me decías “te quiero”, pero solo duraba una noche.

Me has hecho tanto llorar, que me siento vacía.

Me has hecho gritar y ya no puedo ni hablar.

Me he dado miles y miles de golpes, puñetazos y patadas a la pared únicamente por alguien que ni siquiera se preocupa si existo o no.

Me he preocupado por ti todas esas noches que de repente desaparecías.

Muchas razones tengo para decirte “adiós”.

Pero no lo hice, no lo hago ni lo hare.


¿Por qué? Porque siento y sé, que en lo muy profundo de tu corazón sigue habiendo un pedacito de mí desde un principio.