lunes, 28 de octubre de 2013

Perdiendo tambien se gana

Perdone errores casi imperdonables.

Intente sustituir personas insustituibles y olvidar a personas inolvidables.

Me decepcione de personas que me prometieron que nunca me decepcionarían.

Sonrei cuando no podía.

Hice amigos eternos.

Llore oyendo música y viendo fotos.

Llame solo para escuchar una voz.

Pense que me moriría de tanta tristeza.

Tuve miedo de perder a alguien especial.

¡Pero sobrevivi!

¡Y todavía sigo vivo!


Aprendi que a veces el que arriesga no pierde nada, y que perdiendo también se gana.