martes, 10 de septiembre de 2013

¿Por qué sonreir? + Recordatorio de la entrada anterior.

Buenos días a todos.
Hoy os dejo un texto muy positivo, creo que ya es hora de que este blog os saque una sonrisa ya que casi siempre los temas de este blog son tristes, melancolicos...
Asi que nada, como siempre os digo..Espero que os guste y que me leais mucho. Ahi lo teneis:

¿Por qué sonreír?
Porque recuerda que mañana también sale el Sol.
Porque recuerda que mañana también veras a esa persona especial que te hace feliz con una sola mirada.
Porque no sabes si mañana puede ser el mejor día de tu vida o simplemente mejor que ayer.

Sonreír porque tu familia y amigos van a seguir estando ahí.
 Sonreír porque le tienes a él o a ella.
Sonreír porque estás enamorado y sino…
 Sonreír por la posibilidad que te brinda la vida de conocer nuevas personas.
 Sonreír porque nos hace sentirnos mejor física y emocionalmente.
 Sonreír porque las cosas siempre puede salir mejor.

¡SONREIR PORQUE VIVIMOS LA VIDA!

Y por si si alguien se ha perdido la ultima entrada, ahi os la dejo (para mi es importante que la leais porque describe muy bien como soy, al menos una gran parte de mi vida)
Hoy os voy a contar la historia de una niña que desde pequeña jugó a ser pirata. Decía vivir bajo sus propias leyes, creía no pertenecer a nada ni a nadie: su única patria eran sus ideales. Luchó desde muy temprano por hace oír su voz por encima de los prejuicios que tenían los demás porque era "una niña". Y a pesar de que pocos la escucharon dijo grandes verdades; grandes verdades que solo una mente con sueños sin fecha de caducidad se atrevió a decir.
     Los años pasaron y ella siguió con la misma mentalidad: nunca niña, nunca adulta. Pero el tiempo le hizo darse cuenta de que no todos veían la magia que sus ojos encontraban en cualquier esquina. Varios choques y caídas le hicieron cubrirse bajo ropa oscura, música agresiva y una mirada hostil. Pero, como ya he dicho, nunca cambió realmente. Llevar tantas personalidades dentro la agotaron. Desconfiaba de todo y todos: nadie podía ver lo que ella veía, nadie la entendería nunca. La presión de las opiniones ajenas y del juicio moral que tenía lugar en su interior a diario la llevaron a herirse a sí misma. Lo ocultó, como había ocultado todo toda su vida.
      El día que descubrieron lo que se estaba haciendo en el antebrazo la etiquetaron de loca. Nuestra ya no tan pequeña pirata se sintió rodeada y atacada, ya no tenía derecho a hacer lo que quería con su propio cuerpo. Muchos más problemas tuvieron en esa época y fue entonces cuando se dio cuenta de que, si quería vivir según sus leyes, tenía que ser en secreto. Para variar. Fue por todo esto (y por no preocupar a los demás, aunque eso nunca lo admitió) por lo que decidió ser normal. O por lo menos, parecerlo. Miles de falsas sonrisas inundaron su vida. Esto pareció suficiente para que pensaran que su "mala racha" se había terminado. Perfecto.
     Por supuesto todo siguió como siempre, solo se limitó a disfrazar a la dolida y rencorosa pirata de dulce y feliz princesa. Contó que le habían ayudado a "volver a ser ella misma", que la "habían salvado". Mentira. ¿Se puede salvar a quien no quiere ser rescatado? Siguió haciéndose daño, pero la experiencia le ayudó a ser más cuidadosa. No le he perdido la pista, sé que continúa, aunque a veces consigue alejarse de ese maldito afilador durante unos días gracias a otras evasiones que, al final, parecen no ser suficiente.

     Es una chica a la que le gustaría que esta historia muriera con ella pero no creo que sea justo. En mi opinión, toda su agonía, todo su sufrimiento, todas sus lágrimas y todas sus cicatrices merecen ser plasmadas en algún lugar para que perdure. Cada segundo de su lucha merece ser recordada, porque nuestra pirata nunca consiguió ganar porque no sabía qué era lo que quería de recompensa.