lunes, 8 de septiembre de 2014

INFANCIA

Todo era fácil.

Todo.

El mundo era un lugar pequeño, que se reducía a nuestro querido baúl, lleno de juguetes.

Papá nuestro heroe, Mamá nuestra ídolo.

Si se tuviera que resumir en una palabra, esa sería inocencia.


Inocencia, al caerse un diente, y dejarlo debajo de la almohada, al esperar un cinco de enero a los queridos Reyes Magos, a pensar que tan solo con decir "casa" podias parar cualquier cosa, a creer en cuentos de princesas que besan sapos y pensar que en la vida todo tiene un final feliz.