lunes, 25 de enero de 2016

TANTO COMO YO DE TI

Y es que cada vez que le miraba a los ojos quedaba hipnotizada por sus maravillosas pupilas.

Todos me decían que sus ojos eran marrones, no eran profundos y no se veían nada en ellos, pero yo no.


Yo veía unos ojos marrones muy hermosos, que siempre estaban brillando y eran tan profundos que casi parecía que podía leer sus pensamientos tan positivos, hasta llegue a pensar que se había enamorado de mí, tanto como yo de él…