lunes, 17 de marzo de 2014

Muerta de miedo

Sólo necesitaba ser débil unas pocas horas para poder seguir sobreviviendo. 

Sólo necesitaba que alguien le preguntase "¿qué tal estás?" para poder decirle que estaba muerta de miedo, que no soportaba esa especie de soledad que ofrece el silencio de un recuerdo mejor que el presente, que tenìa una caja llena de cosas bonitas que aùn no se atrevìa a abrir por miedo a deshidratarse luego. 

¿Qué tal estás?

Estoy muerta de miedo.

Sólo necesitaba que esas dos frases ocurriesen. 

Sólo necesitaba que alguien la sostuviese mientras lloraba durante unos cuantos minutos, para descansar al fin sólo un poquito, mientras esos minutos durasen. 

Y después ya…Seguir viviendo.