Y sigo teniendo muchas dudas y hay que preguntas que
aún no me he contestado.
Pero de algunas cosas estoy segura:
Que para conseguir los sueños hay que perseguirlos,
pero que, sobre todo, nunca hay que abandonarlos.
Que perder es cuando dejas de
intentarlo.
Que una actitud positiva ya es un triunfo y que si
vives con una sonrisa es mucho más fácil lograrlo.
Que vivir el momento es
esencial.
Que el miedo es una pérdida de tiempo porque todo
pasa y todo llega.
Que lo importante es el camino y disfrutarlo.
Que después de la tormenta llega la calma pero que,
por si acaso, es mejor saber bailar bajo la lluvia y jugar en los charcos.
Que todos somos mucho más fuertes de lo que pensamos
y que ojala la vida no nos mande todo lo que podemos soportar.
Que las cosas claras, que los triunfos van después
de los intentos.
Que una hoja en blanco, siempre es el comienzo de
algo.
Que el vaso esta medio lleno. Que si te lo bebes,
puedes rellenarlo o venderlo.
Que todo es ponerse, porque nada es imposible.
Que entre el blanco y el negro hay una enorme gama
de grises.
Que el rojo y el rosa casan mal cuando no tienes estilo.
Que antes de decir que no, conviene probarlo. Y que
si te gusta no tienes por qué ser moderado.
Que la gente feliz disfruta la soledad, lee mucho y
puede tomar el café sin azúcar.
Que las personas muy inteligentes duermen poco, que
las mejores ideas vienen con el sueño. Que el insomnio también hay que
bailarlo.
Que llorar no es de cobardes. Que los hombres
lloran, y las mujeres también, y los niños, y los perros. Pero que es mejor
reír hasta que duela el estómago.
Que los amigos son la familia que elegimos
entre los extraños. Que los de verdad se
cuentan con los dedos de las manos. ¡Y los míos son los mejores!
Que tú y yo siempre somos una buena idea.
Que tú y yo somos importantes.