domingo, 25 de mayo de 2014

I wasn´t born to be a skeleton

Ni nací para soñar.

Simplemente para contradecir a todo lo que es natural.

¿O tal vez sí?

Yo ya no sé.

Necesito un juicio justo con un jurado de ideas remotas.

 Necesito la pena y lo que no quieren los demás.

No soporto tus normas, y menos las mías.

Sigo a las nubes con la mirada perdida, escuchando música sin oírla.

Tengo sueños, aunque no debería.

 Pero tal vez, o tal vez con seguridad, seguro que soy como soy por conseguir lo que nunca me dieron.

Todo son mentiras.

Son mis verdades ocultas.

No puedo ya mentir sobre lo escrito, sólo confundirme mientras leo en alto.

No puedo decir palabras largas.

No soy capaz de cambiar de repente.

Todo tiene su momento, su tiempo.

Aunque el tiempo existe en libertad.

 Está siempre enjaulado en los segundos, minutos, horas y días.

Siempre intentando encontrar la manera de escapar.

Quiere ser invisible.

Quiero ser el pájaro de tiempo.

Siempre, siempre, me comparan. 

Y duele.

Tal vez no sea guapa, lista, alta, o simpática con todo el mundo.

Tal vez no sea la niña buena, la sociable y la enérgica.

Pero soy yo.

Y me gusta serlo.

Y la constante comparación me marca un camino.

Una constante presión.

Tengo mis gustos, mis ideas, mis sueños y mi manera de ser.

Y es un apoyo que no tengo.

Es una familia que no me apoya.

Pero luego queréis que confíe en vosotros, que os cuente mis cosas y que sea cariñosa y familiar.

Lo soy.

Con mis amigos.

Esas personas que realmente me conocen y no me comparan, que me quieren por ser quien soy, que buscan mi felicidad y mis risas.

Y duele más cuando queréis alejarme de ellos.

Ellos son mi verdadera familia...Con quien soy feliz.