Vuelvo a sentirme como la última mierda.
¿Para qué disimular si los enemigos ya se han dado cuenta de
que están ante un ser frágil? Saben que frente a ellos no es posible reaccionar
con un mínimo de fuerzo emocional… ¿Y física? De esa, ya ni hablamos.
A todos nos enseñan
que la vida merece la pena vivirla, pero… ¿Quién nos prepara para lo peor? La
propia vida.
Ella, a base de errores, nos lleva por un camino u otro.
Ningún ser humano sabe ni sabrá si ese camino es el
correcto, lo que si sabemos todos seguros es que ese camino tiene un final tan
trágico como irremediable.
Por ellos, debemos disfrutar el camino, un sendero lleno de
flores, trampas para alimañas, naturaleza viva y colorida, naturaleza
corrompida que nadie ha procurado regar…En definitiva, metáforas de las propias
personas que habitan en ese frondoso bosque llamado VIDA.
Todo no tiene por qué tener un porqué, un donde, un cuando,
un cuanto… ¿Un cuánto? Pero… ¿Qué terrible locura es esta? Tu existencia es
única y como única no tiene precio.
Porque la vida te lleva donde tú quieras, cuando tú quieras,
con quien tú quieras, como tú quieras… ¡Empieza a disfrutarla...Cuanto antes!