Sientes el viento en tu cara, frio, pero te acaricia
con suavidad, con cariño.
Por un momento, te olvidas de todos los problemas
acumulados este día, este maldito día, del que no hay nada positivo que sacar,
ni siquiera una sonrisa, una palabra, nada.
Oyes esa canción y te pones a pensar cuanto ha
cambiado todo en tan poco tiempo.
Suena ese “remember me” en inglés y recuerdas esas
palabras que un día fueron tan importantes y ahora no valen nada.
Cierras los ojos y te sientes libre, tienes esa
sensación de libertad en todo tu cuerpo que hace que un escalofrió recorra cada
milímetro de tu cuerpo, que te hace recordar esa caricia de esa persona bajando
el dedo por tu brazo despacio.
Recuerdas todo lo vivido, cada abrazo, cada segundo,
cada palabra escrita en un papel en blanco.
Esa rabia contenida te hace explotar, te hace soltar
lágrimas, siempre lágrimas.