Hola a todos.
Lo primero deciros que todos estos meses de ausencia
han sido por falta de tiempo y, sobre todo, de inspiración, y que, esta entrada
significa que VOY A VOLVER A RETOMAR EL BLOG (Sino me surgen contratiempos,
claro), pero tenía que retomarlo hoy porque la ocasión merece la pena, así que
si os interesa, seguid leyendo.
Hola, Pilar, bienvenida al mundo.
Has llegado en el mejor momento y has llenado de
felicidad nuestro hogar, sé que suena a tópico, pero ahora sé que es verdad.
No te quiero presionar, pero bueno como sé que eres
pequeña y esto no lo vas a leer hasta dentro de muchos años, me voy a tomar la
libertad de hablarte como le hablaría a cualquier chica más o menos mayor.
Has venido al mundo para levantarte cada día con una
nueva meta y, como tu propio nombre indica, para ser el pilar fundamental que
muchos necesitaremos para poder seguir adelante, eso si la sonrisa tiene que
iluminar el rostro cada uno de los días de tu vida, incluso los más nublados.
La vida no es fácil, pero tú, mi pequeña guerrera,
te has aferrado a ella como si de un clavo ardiendo se tratara.
No veo el día en el que seas un poco más mayor y
puedas hablar conmigo.
No me imagino aun el día en el que des aquellos
pasos que yo, por desgracia, nunca pude dar.
Un día desordenaras todo y me pondrás de los nervios
y yo te enseñare a ser una guerrera, porque princesas ya hay muchas…
Tantas y tantas cosas que quiero vivir contigo…
Seré yo la que vea pelis de dibujos contigo, la que
te enseñe todas sus enseñanzas y la que te diga que sigas el consejo que se da
en el Rey León y que yo sigo desde aquel día que la vi: Hakuna matata, vive y
se feliz.
Seré yo la que te inculque el amor por el arte.
Seré yo la que te enseñe el valor de las mujeres y
la lucha que tenemos para que se reconozca nuestra valía y espero que de mayor tú
también te unas a “esta batalla” por ti misma, por mí y por todas las mujeres
del mundo.
Seré yo, por muchos miedos que yo tenga, la que te
enseñe a no tener miedo a las cosas que en principio pueden parecer oscuras o
siniestras pero que, al fin y al cabo, están ahí y son parte de nosotros.
Seré yo la que te acompañe a tu primer concierto,
tal y como tu papá hizo conmigo.
Sera conmigo con la que te hagas tu primer tatuaje,
tu primera rasta o tu primer piercing o, quien sabe, igual tengo que
acompañarte a comprar tus primeros tacones y maquillaje.
Seré yo la que te enseñe todos los caminos y seré yo
también la que te de la libertad de escoger el que tú quieras.
Seré yo la que te enseñe que las apariencias engañan
y que bajo ese chico tímido de la moto y la chupa de cuero hay un mejor corazón
que dentro de ese príncipe azul que te prometerá el cielo y le da pánico
subirse a una escalera para coger la luna y bajártela.
Seré yo una de las muchas personas que estarán
dispuestas a ayudarte en lo que haga falta y una de las personas que más te querrá
siempre y nunca te fallara.
Creo que no se me olvida nada así que…Me despido ya,
no sin antes decirte esto: Bienvenida a este viaje llamado vida, disfruta el
trayecto y se feliz. Te quiero.
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